El trabajo diario en consultorios, clínicas y hospitales veterinarios tiene una especial idiosincrasia con amenazas singulares a la salud laboral; el paciente del centro veterinario es la mascota pero el cliente es el dueño de la mascota y la relación con ellos conlleva no solo riesgos específicos higiénicos y ergonómicos sino también de naturaleza psicosocial unidos a los propios de la actividad veterinaria.
Los daños derivados del trabajo son las enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo y se define riesgo laboral como “la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. Es el precedente inmediato del daño”. (Art. 4.2 L.P.R.L.).
Todo suceso anormal no deseado, que brusca e inesperadamente, interrumpe la normal continuidad del trabajo, y que representa un riesgo.
Toda lesión corporal que el trabajador sufre con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena.
Enfermedad contraída a consecuencia del trabajo.Deterioro lento y progresivo de la salud del trabajador, producido por una exposición continuada a situaciones adversas, originadas por el ambiente en que se desarrolla el trabajo o por la forma en que esté organizado.
Frente a los riesgos y daños derivados tanto los trabajadores/as así como los empresarios/as tienen una serie de derechos y obligaciones y es obligación de toda empresa establecer un plan de prevención que queda plasmado en un documento básico para gestionar la prevención en la empresa. El plan debe tener contemplado todos los aspectos preventivos de la empresa: instalaciones, recursos humanos, equipos, productos, tareas,… así como las responsabilidades en materia de Prevención de Riesgos de todas aquellas personas que integran el organigrama de la empresa.
La diversidad de tareas que se encuentran englobadas en la actividad desarrollada en los centros sanitarios veterinarios es muy amplia, por ello en la evaluación de riesgos se deben identificar los riesgos y las medidas preventivas de cada centro veterinario, teniendo presente los profesionales del centro.
Los diferentes riesgos se agrupan en diferentes clasificaciones: psicosociales, ergonómicos, biológicos, físicos, químicos. Atenderemos a los riesgos químicos: Se designa como contaminantes químicos a todas las sustancias que alteran la conformación química de los componentes del medio, esta modificación química puede llegar a afectar a los demás seres vivos. Como ejemplo de este tipo de contaminantes podemos citar gases anestésicos, reactivos de laboratorio, líquidos de revelado, productos de limpieza y fármacos ácidos o alcalinos.
La exposición a sustancias o productos químicos peligrosos viene caracterizada por ser de baja intensidad (bajas concentraciones) pero de larga duración, pudiendo abarcar incluso toda o gran parte de la vida laboral del trabajador. Ello motiva que los efectos aparezcan a largo plazo, después de años o décadas de exposición y que su evolución sea muy lenta (insidiosa), tardando mucho tiempo en manifestarse los síntomas de la afectación. Se trata de enfermedades crónico-degenerativas, con largos períodos de evolución (latencia) y que se manifiestan en edades tardías, tales como la encefalopatía tóxica por disolventes o los diferentes cánceres por agentes químicos y sustancias peligrosas.
Referencias:
NTP 606: Exposición laboral a gases anestésicos. Instituto nacional de seguridad e higiene en el trabajo.
Seguridad en anestesiología. Sistema de llenado y adaptadores. A. Villanueva
Manual de riesgos laborales para centros sanitarios veterinarios. CEVE 2.019
An Alivira Group Company
P. I. La Borda Mas Pujades 11-12.
P. I. La Borda, Borges Blanques 21-25
08140 Caldes de Montbui
Barcelona (España)